La cosa cambia si lo combinamos con algo más, Zaragoza por ejemplo, con lo que ya no es el objeto principal de tu viaje. Una hora y pico de camino y te plantas en la ciudad del Ebro, reconozco que había estado varias veces, pero nunca la había visitado bien (los desplazamientos del Atleti es lo que tiene que los bares y el estadio sí pero la ciudad va ser que no). El Pilar es espectacular y con la iluminación nocturna es de cagarse, superchulo. Como colofón unos pinchos por “el tubo”, Casa Pascualillo recomendado, y te quedas como nuevo.
Como guinda del viaje no programada, visita y comida en Medinaceli. Precioso el casco antiguo y acojonante el chuletón.
Como guinda del viaje no programada, visita y comida en Medinaceli. Precioso el casco antiguo y acojonante el chuletón.
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