Noches, Viajes y Rock´n Roll

Cualquier destino es bueno para escapar de la monotonía de la gran ciudad y si te gusta la naturaleza y las masas de familias y autocares de escolares, el Monasterio de Piedra es ideal. A dos horas y algo de Madrid, sus cascadas, riachuelos, arroyuelos y demás hacen las delicias de fotógrafos y domingueros bocata en mano. La verdad es que mola, es un festival de agua por todos lados pero para mi gusto está muy masificado.

La cosa cambia si lo combinamos con algo más, Zaragoza por ejemplo, con lo que ya no es el objeto principal de tu viaje. Una hora y pico de camino y te plantas en la ciudad del Ebro, reconozco que había estado varias veces, pero nunca la había visitado bien (los desplazamientos del Atleti es lo que tiene que los bares y el estadio sí pero la ciudad va ser que no). El Pilar es espectacular y con la iluminación nocturna es de cagarse, superchulo. Como colofón unos pinchos por “el tubo”, Casa Pascualillo recomendado, y te quedas como nuevo.
Como guinda del viaje no programada, visita y comida en Medinaceli. Precioso el casco antiguo y acojonante el chuletón.

Como mola viajar!!

Enero 2010. Tras más de 4 meses de espera, embarcamos hacia las Islas Maldivas via Doha. Sinceramente lo peor de estos viajes son los vuelos, aeropuertos y horas de espera por ahi tirado y si encima estas con anginas se convierte en una experiencia religiosa, pero todo se te pasa cuando desde el avion ves esto, ahora imaginate una semana recorriendolas en un barco y buceando en sus arrecifes y canales.

En el aeropuerto nos recogen los guías del barco con los que nos pasaremos una semanita, Marc y Marilen del Maldivian Dream. Hechas las presentaciones, tomado un refrigerio y demás, partimos a lo que hemos venido, unos buceos fáciles para romper el hielo.
Si no me hubiera quedado en el barco con dolor de oídos hubiera visto dos tiburones nodriza descansando debajo de la quilla de un pecio, pero el espectáculo desde el barco tampoco está mal, mañana será otro día.

Por si no lo sabes, los oídos y la presión no se llevan bien, si le sumas unas anginas ni te cuento, pero no es un sufridor solo por ser del Atleti, así que cuidado se puede bajar y empezar a ver las maravillas que ofrecen las Maldivas. Tiburones puntas blancas, alguna manta pasando de largo, peces de arrecife, corales duros y blandos, tortugas y morenas, napoleones y un largo etc. Esto es lo que nos espera hasta que vayamos a buscar los bichos grandes... las mantas y el ballena.

Lección cultureta gafapasta, las mantas son de la familia de los tiburones, se alimentan de plancton que filtran con esa bocaza que tienen y pueden medir hasta 7 metros de envergadura, además de que no nadan, son así de chulas, ellas vuelan en el agua. Pues bien, estas mantas acuden, como muchos otros peces, a desparasitarse a las estaciones de limpieza donde los labridos las quitan los parásitos que se les quedan adheridos a la piel y donde si no molestas mucho al personal puedes ver cosas como estas:

Si uno va a las Maldivas sin duda busca un encuentro con el tiburón ballena, otra leccioncilla, es el pez más grande del mundo y aunque es un tiburón no come surfistas ni focas ni te muerde en el culo si te acercas mucho. Después de patrullar la costa de Maamigili en su busca, finalmente pudimos hacer snorkel con él un ratito, esto mola, pero lo que es la ostia es verlo abajo. Dar aletas como un animal para alcanzarlo, tirarle 4 fotos y el todo tranquilo mete dos aletazos y se despide tan majestuosamente como apareció, todo un gentleman.

Pero no solo de plancton vive el buzo, y la siguiente parada son los puntas blancas y los grises. Punta blanca cazando por la noche, punta blanca merodeando el arrecife y bebe punta blanca… no están mal las Maldivas estas, te gustan los tiburones pues te vas a cagar: que te parecen 24 tiburones grises en plena fase de cortejo??

Y ahora te preguntaras si en la superficie de las Maldivas no hay nada interesante, pues ni mucho menos joven padawan, es un paraíso de islas vírgenes, arena blanca y aguas turquesa. Y si la tripulación de tu barco se quiere ganar la propina y se curran una cena en una isla desierta con esta mesa, las Maldivas es lo más cercano al cielo de lo que vas a estar en tu vida.